Esta mentalidad requiere de un nivel de
abstracción mayor que todas las demás.
Estar en el mundo implica un gran trabajo de
pensamiento.
“Una mentalidad ética no dice: ¿cómo debe
comportarse Howard Gardner con otras
personas? Lo que sí dice es: Yo soy un trabajador, en mi caso un profesor, escritor,
científico y soy un ciudadano, en mi caso
de mi universidad, de mi comunidad, de mi
nación, de todo el mundo. Entonces, ¿cómo
debería comportarme?”
De esta manera, la mentalidad ética se
refleja en distintos roles que llevamos a
cabo y cómo los resolvemos. El buen trabajo
encarna la excelencia, el compromiso y la
ética.
El desafío radica en unir estos tres
conceptos. Sobre todo hoy, cuando las cosas
cambian rápido, cuando nuestro sentido
del tiempo y del espacio se ve muchas
veces alterado por la tecnología, cuando los
mercados son muy poderosos y no existen
fuerzas capaces de moderarlos. Es ahí
donde recae el desafío del “buen trabajo”.
Texto extraído de: http://ingenieros.es/muestras/inteligencias_multiples/im_02/data/downloads/im_02_las_mentes_del_futuro.pdf
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